Ferruccio Busoni (1866—1924)
Ferruccio Busoni fue una de las figuras más grandes en la historia del mundo pianístico, además de haber sido compositor, director y pedagogo. Fue un músico que tenía una capacidad artística brillante y una amplísima aspiración creativa. En él se combinaban las características del «último de los mohicanos» del arte del siglo XIX y las del visionario valiente del futuro de la música. Su idea de la «unidad de la música», la diversidad de estilos con los que experimentó y la originalidad de sus obras no fueron comprendidas en su momento y es quizás la razón por la cual su nombre sufrió un relativo olvido en la lista de las grandes personalidades musicales del siglo XX.
Busoni nació el 1 de abril de 1866 en la ciudad de Empoli, que se encuentra al norte de Italia en la región de Toscana. Era el hijo único del clarinetista Ferdinando Busoni y de la pianista Anne Weiss, que era de origen alemán. Los padres del niño se dedicaban a dar conciertos y llevaban una vida errante. El padre, una persona muy exigente, fue el primer maestro del futuro virtuoso; era capaz de sentarse al lado de su hijo durante cuatro horas al día cuando éste tocaba el piano, controlando cada nota y cada dedo. Orientando a Ferruccio hacia el «camino de Mozart», lo preparó para que diese su primer concierto en público a los siete años. Esto aconteció en 1873 en Trieste. Luego, en 1876, el pequeño músico viajó a Viena, donde fue presentado a Franz Liszt y a Johannes Brahms. En el periódico austriaco Neue Freie Presse salió un artículo sobre uno de sus conciertos, que decía: «En el pequeño pianista había muy poco de niño prodigio, pero mucho de un verdadero músico».
Después de estudiar con el compositor Wilhelm Mayer-Remy en Graz, el joven Busoni comenzó su gran carrera musical. En 1881, se convirtió en miembro de la Academia Filarmónica de Bolonia. Este fue el segundo caso, después de Mozart, en el que una persona tan joven recibió este importante título honorífico. En 1889, el músico se trasladó a Helsinki, donde comenzó a trabajar como profesor de música. Durante ese período, se conoció con Gerda Sjöstrand, la hija de un escultor sueco, con la cual contrajo matrimonio.
La vida de Busoni hizo un gran giro en 1890, cuando participó en el Primer Concurso Internacional de Pianistas y Compositores Antón Rubinstein. Cada sección fue galardonada con un premio. Ferruccio Busoni ganó el primer premio como compositor, gracias a la presentación de su