Cosmovisión religiosa - страница 2

Шрифт
Интервал


La mitología y el folclore de las sociedades primitivas reflejan ideas primitivas sobre las almas como dobles, fantasmas, que, sin embargo, tienen carne; nacen, comen, cazan, incluso mueren. Según creencias primitivas, conservadas en algunas religiones hasta el día de hoy, una persona no tiene un alma, sino varias almas, cada una de las cuales está dotada de propiedades y funciones especiales. Más tarde, con el desarrollo del pensamiento en relación con la complicación de las relaciones sociales, la imaginación animista pobló el mundo circundante con innumerables espíritus que habían perdido el contacto con el principio material.

El mundo entero parecía estar dividido en el mundo material, natural y el mundo sobrenatural, como si lo dominara, habitado por espíritus gemelos de seres reales, objetos y fenómenos. Personas primitivas dotadas de almas gemelas no solo personas, sino también animales y plantas. Todos los elementos de la naturaleza circundante parecen estar bifurcados en imágenes visibles y sus almas invisibles. Por ejemplo, los Kamchadals una vez creyeron que un espíritu con cabello largo vive en las nubes, sacudiendo lo que causa el viento; su esposa, el amanecer, se sonroja para complacer a su esposo. Los espíritus, según las ideas animistas, se dividen en buenos y malos. Hasta principios del siglo XX, entre los Chukchi, una mujer daba a luz sola, escondida en un lugar secreto, en completa oscuridad, por temor a que los espíritus, al enterarse del parto, secuestraran al niño. A un enfermo grave le cambiaban el nombre para que los espíritus, al no reconocerlo, dejaran de perseguirlo. Otros pueblos tenían ideas y costumbres similares. Todas estas nociones reflejan fantásticamente "la impotencia del salvaje en la lucha contra la naturaleza" (Lenin, Works, Moscú, 4ª edición, vol. 10, p. 65).

El animismo surge durante el sistema comunal primitivo, en la etapa media del período de salvajismo, como reflejo del proceso de formación de una comunidad tribal.

Si en las sociedades tribales matriarcales el culto a los espíritus de la naturaleza juega un papel importante, entonces en las sociedades tribales patriarcales desarrolladas el culto a los antepasados adquiere gran importancia. Durante el período de descomposición de la comunidad primitiva, se destaca un grupo especial de ministros del culto, los chamanes, que supuestamente poseían la capacidad de comunicarse con los espíritus. El chamanismo está muy difundido como la forma más elevada de desarrollo del culto animista. Con el nacimiento de las clases surge la idea de diferenciación en el mundo de los espíritus, reflejando la estratificación en la sociedad. Con el surgimiento del Estado, como reflejo de este proceso en las creencias, los dioses se destacan entre la hueste de los espíritus, toma forma el politeísmo, que luego se convierte en monoteísmo. Nacido de la impotencia de la sociedad primitiva en la lucha contra los elementos, reflejando en su desarrollo la emergente estratificación de clases, el animismo, como la religión en general, ha jugado siempre un papel reaccionario en la historia de la humanidad. El animismo distorsionó los datos de la experiencia positiva y la práctica social, obstaculizó el libre desarrollo de la conciencia social. Con el surgimiento de las clases, la noción animista de la conexión de líderes militares y sacerdotes con espíritus y luego deidades contribuyó a la intensificación de la explotación de las masas trabajadoras.