Isabela, con la mano temblorosa, cogió la aguja élfica y la mojó en tinta roja.
– No te pongas tan nerviosa. – Dijo el elfo a Isabela.
Está bien, te daré una pista. Los jeroglíficos deben escribirse de arriba a abajo, y de izquierda a derecha.
Tras estas palabras del elfo, Isabela, con un suspiro, acercó la aguja a la hoja, y comenzó a pensar.
– Vale, de arriba a abajo. Entonces primero dibujaré el punto de arriba.
– Eso es.
– Y luego continuaré con esta línea debajo del punto, de arriba a abajo.
– Chica lista. Sigue así.
– Y para terminar, esta línea curva. Empezaré siguiendo la pista que me has dado,de izquierda a derecha, hacia abajo, y luego un gancho. – dijo Isabela con valentía, y en un movimiento continuo, dibujó la última línea con un gancho al final.