Concepto de moralidad - страница 2

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La moralidad no aparece repentinamente de inmediato en una forma" terminada", moderna. Ha recorrido un camino bastante largo, complejo, se puede decir, doloroso, de desarrollo desde las normas y conceptos más primitivos hasta las aspiraciones más altas de los predicadores modernos de santidad e integridad. Trazar el camino del desarrollo de la moral, aunque sea en términos muy generales, es muy importante para comprender su esencia. Pero resulta que, al abordar el problema del origen de la moral, los investigadores se enfrentan a grandes dificultades. Y esto no es accidental, porque en este caso es inevitable una salida al problema de la esencia, o más bien del Misterio, del hombre mismo.

Conceptos del origen de la moral

Pero la comprensión del hombre mismo y, por lo tanto, de la moral misma, depende no solo de los logros de las diversas Ciencias, sino también de las posiciones ideológicas de la ética misma. Y, por lo tanto, hay muchas opiniones sobre este problema. Nos detendremos en los más, en nuestra opinión, típicos y más comunes.

En primer lugar, consideremos la interpretación religiosa del problema del origen de la moral.

Kant observó una vez que la ley moral me abre una vida independiente de la naturaleza viva e incluso de todo el mundo sensible. Parece que tales ideas han sido inherentes a las personas desde la antigüedad, cuando las reglas, las normas de comunicación entre las personas se consideraron como el establecimiento de seres superiores (espíritus, más tarde dioses). Estos últimos, además, fomentaban el comportamiento virtuoso y castigaban los vicios. La amplia difusión de esta opinión queda demostrada por el hecho de que incluso aquellos cuya religiosidad ha sido a veces cuestionada la han mantenido. Así, el antiguo filósofo Griego DEMÓCRITO (460-370 a. C.) argumentó que los dioses dan a los hombres todo lo bueno tanto en la antigüedad como ahora. Según él, solo aquellas personas son amables con los dioses, que odian la injusticia. No es difícil encontrar juicios similares en muchos otros pensadores de la antigüedad.

Los teólogos cristianos tradicionalmente hablan de la naturaleza divina de la moral. El individuo lo recibe tanto en forma de" ley moral natural " (ley interna) como en forma de ley revelada por Dios (externa). La ley moral, según los teólogos, es algo que se nos ha dado, aunque con nuestra naturaleza, pero no con ella misma. Así, en palabras del filósofo religioso S. L. Frank, cualquier religión se reduce a la conciencia del significado cósmico, sobrenatural de los valores superiores", al deseo de "acercar la vida humana a un principio sobrenatural y absoluto" (Pavlovsky N. Yu. Ética, Moscú, 1999, P. 59).