Sexo anal - страница 2

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Las luces del autobús brillaban intermitentemente. De vez en cuando, en el reflejo, podía ver las emociones intensamente cambiantes de su rostro. Me pasó el dedo índice por el encaje, como si intentara meterlo bien entre mis labios vaginales. Mis bragas estaban mojadas. Y podía sentir el abundante lubricante que corría por mis muslos, de tan mojada que estaba.

El tipo apartó suavemente la tela de mis bragas y empezó a jugar con mi clítoris. Respiré un poco más fuerte que antes. No podía gemir, ambos lo sabíamos. No podíamos dejar que otros nos vieran o nos oyeran. No podíamos llamar la atención.

Es sólo para nuestra diversión. Lo deseaba, lo tengo. Ahora este hombre atractivo me va a ayudar a llegar hasta el final. Introdujo lentamente un dedo hasta el fondo de mi coño. Contuve la respiración. Sentía cómo mi cuerpo se tensaba y temblaba de deseo.

Introdujo lentamente el dedo y lo sacó del todo. No podía ir más rápido, estaba demasiado mojada y se oiría a mi alrededor. Me estaba impacientando con un sólo dedo, pidiendo más. Así que el tipo añadió otro dedo. Sonreí satisfecha y seguí balanceándome al ritmo del autobús, metiéndome sus dedos por mi cuenta. Fue un encuentro increíble, no se me ocurre otro mejor.

Aparentemente perdiendo el control por completo, me libré cautelosamente de sus dedos y me volví hacia él, apoyándome en su pecho como si un chico y una chica se estuvieran abrazando. Pero este tío no pensaba parar.

Sentí su polla a través de los pantalones y empecé a apretarla. El tipo exhaló con fuerza. Era demasiado para él, pero no podía parar. Dejarle ahora sería el error más estúpido que jamás hubiera cometido. Se preparó para no gemir sin querer. Mientras tanto, le bajé la cremallera y cogí su polla caliente y húmeda con la mano. Me gustaba jugar con ella y la soltaba de vez en cuando, haciendo que el tipo siguiera empujando con más fuerza. Eso parecía volverle más osado.

Levantándome un poco de puntillas, yo, como una chica modelo, besé al chico en los labios. En el autobús suele haber parejas que se besan. Una ligera sacudida, e inmediatamente se corrió en mi mano. Me limpié con el dobladillo del vestido. Se anunció otra parada. Cogí al chico con la mano en la que me acababa de eyacular y tiré de él. Nos bajamos y en la parada empezamos a besarnos.