La frequenza dell'universo - страница 4

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Sus visitas a la tienda siempre se convertían en un evento para Emma.

Conflicto con Tomás

Con él, Emma olvidaba incluso la reciente ruptura con su novio, Tomás, a quien había confiado como a sí misma.

El conflicto entre Emma y Tomás surgió de repente, como una tormenta en un cielo despejado. Todo comenzó cuando Emma descubrió accidentalmente unos documentos que Tomás había firmado como abogado en una gran empresa. Esos papeles estaban relacionados con un acuerdo que privaría a los residentes de un pequeño barrio de sus hogares y tierras para la construcción de un nuevo complejo comercial. Las personas, muchas de las cuales habían vivido allí toda su vida, estaban al borde de perder todo lo que tenían.

Emma, con su corazón sensible y su agudo sentido de la justicia, no podía quedarse de brazos cruzados. Siempre había creído que Tomás era un hombre de principios, que ponía la honestidad y la moral por encima del beneficio. Pero ahora su fe en él se tambaleaba. Se sentía engañada, traicionada. ¿Cómo podía participar en algo así? ¿Cómo podía firmar esos documentos sabiendo que detrás de ellos había destinos de personas reales?

Su conversación tuvo lugar una noche, cuando Tomás regresó a casa. Emma lo recibió con los documentos en la mano, sus ojos ardían de indignación y dolor. "¿Sabes lo que esto significa? – preguntó ella, apenas conteniendo el temblor en su voz – . ¿Sabes que por esto la gente perderá sus hogares?"

Tomás intentó explicar que era parte de su trabajo, que solo seguía órdenes, pero para Emma eso sonaba como una excusa vacía.

"¡Podrías haberte negado! – exclamó ella – . ¡Podrías haber dicho 'no'! Pero elegiste el dinero en lugar de las personas. ¿Cómo pudiste?"

Sus palabras cortaban a Tomás, pero él entendía que ella tenía razón. Intentó explicar que en su profesión a menudo debía tomar decisiones difíciles, que no todo era tan sencillo, pero Emma no quería escuchar. Para ella, eso era una traición a los valores que, pensaba, ambos compartían.

Su discusión duró horas. Emma acusaba a Tomás de cinismo, de haber perdido la conexión con la realidad, con las personas que sufrían debido a decisiones tomadas en oficinas. Tomás, por su parte, se defendía diciendo que el mundo no era perfecto, que a veces había que llegar a compromisos. Pero para Emma, un compromiso con su conciencia era imposible.